Lewis fue un héroe del 2000, sí... |
¿Se puede ganar un Super Bowl con defensiva solamente?
Yo creo que no.
¿Se puede ganar un Super Bowl con defensiva y equipos especiales?
Ah, eso sí.
Y los Ravens lo demostraron.
A pesar de que concuerdo con que la defensiva de Baltimore del 2000 fue una de las mejores en la historia, si no la mejor, no concuerdo con los que dicen que esa unidad ganó el título de Super Bowl, porque el equipo no tenía ofensiva.
Coincido con la segunda parte: el equipo no tenía ofensiva. Pero no con la primera, acerca de que la defensiva ganó el título de Super Bowl.
En mi opinión, lo ganaron la defensiva y los equipos especiales.
"Denme un touchdown, y yo les daré una victoria", les decía el apoyador Ray Lewis a sus compañeros de la ofensiva. Pero ellos ni siquiera eso le daban.
Hubo un período de cinco juegos consecutivos, a mediados de la temporada regular, en que los Ravens no pisaron la zona de anotación rival.
Así es: cinco semanas en fila sin anotar un touchdown.
... pero también lo fue Stover... |
La nefasta racha empieza en Cleveland, su anterior ciudad. Los Ravens se imponen a los Browns por 12-0, con cuatro goles de campo de Matt Stover.
El domingo siguiente, otro juego de visita; esta vez en Jacksonville. Los Ravens vencen a los Jaguars 15-10, con cinco goles de campo de Stover.
Pero claro, las victorias sin touchdowns no podían durar para siempre, y entonces empiezan las derrotas.
Baltimore limita a los Redskins en Washington a 10 puntos la semana siguiente, pero la única anotación de los Ravens es un gol de campo de Stover de 51 yardas, y Baltimore cae 10 a 3.
Vuelta a casa.
Llegan a la ciudad los Titans, que habían estado a un brazo de ganar el Super Bowl la temporada anterior.
Los Ravens mantienen a la ofensiva del mariscal Steve McNair y el corredor Eddie George por debajo de las 200 yardas totales, y dos goles de campo de Stover tienen a Baltimore a un punto de distancia en el tercer cuarto, con el marcador 7-6 a favor de Tennessee. Pero Tony Banks comete una de sus tres intercepciones del partido, y el apoyador Randall Godfrey la devuelve para touchdown.
"Cuando les pedí un TD", piensa Lewis en las laterales, "me refería a uno para nuestro equipo".
La siguiente semana, en un acto desesperado, el entrenador en jefe Brian Billick decide un cambio de mariscal. Sale Banks, ingresa Trent Dilfer.
Pero las cosas no cambian mucho ese primer domingo
Pittsburgh viene de visita, y la sequía de touchdowns continúa en Baltimore. Los Ravens limitan a los Steelers a 9 puntos, pero dos goles de campo largos de Stover --49 y 51 yardas-- no son suficientes. Baltimore cae 9-6.
Imaginen la impaciencia del público.
La marca del equipo, que era de 5-1, ha descendido ahora a 5-4, y la ofensiva es el hazmerreír de la liga.
Finalmente, la historia da un súbito vuelco, y los Ravens no vuelven a perder un partido hasta ponerse el anillo.
Tras la seguidilla infame de cinco juegos sin TD, Baltimore viaja a Cincinnati.
El primer cuarto del partido transcurre como de costumbre. El rival sin puntos, y los Ravens con un gol de campo de Stover.
De pronto, en el segundo cuarto, algún relámpago invisible golpea a Dilfer, el espíritu de algún viejo pistolero se apodera del mariscal, y el hombre lanza un pase de touchdown al receptor abierto Brandon Stokley.
Era un recuerdo olvidado, una memoria borrada, algo de lo que ya nadie tenía registro en Baltimore. Anotar 6 puntos de una sola vez, con la posibilidad de un séptimo. ¿Qué es eso? ¿Qué hacemos ahora?
La defensiva salta y se abraza en las laterales, los entrenadores deliran. Billick trata de poner orden y grita: "¡Hay que patear el punto extra, hay que patear el punto extra!"
Algunos aficionados en Paul Brown Stadium que no están enterados de lo que esa anotación significa para Baltimore, se preguntan qué demonios está ocurriendo en las laterales del visitante. "¿Piensan que han ganado el partido?", se dicen unos a otros los miembros de la Nación Who Dey. "¡Estamos apenas en el inicio del segundo cuarto!"
Un segundo cuarto que sería todo de Baltimore.
Dilfer sigue poseído por el fantasma del pistolero desconocido. En la siguiente serie lanza un nuevo pase de touchdown, esta vez al ala cerrada Shannon Sharpe, y luego otro, también a Sharpe.
Tres TDs en un solo cuarto.
"Sólo necesitaba uno", piensa Lewis, "pero no me quejo".
Los Ravens de verdad necesitaban sólo uno. Con el primer touchdown, más aquel gol de campo del primer cuarto, habría bastado para ganar un partido que terminó 27-7.
La temporada de Baltimore acaba con marca de 12-4, y luego de vencer a los Broncos en casa en la primera semana de playoffs, hay que viajar para enfrentar en ronda Divisional a los Titans, que están decididos a regresar al Super Bowl y terminar el trabajo que habían dejado pendiente.
Si todo lo que había hecho Stover en temporada regular no es suficiente para mostrar el rol clave que jugaron los equipos especiales en este campeonato de los Ravens, vean lo que sucede en Tennessee.
Con el duelo empatado en 10 en el cuarto período, Al Del Greco se dispone a patear el gol de campo que podría sellar el partido a favor de los Titans.
La ofensiva de Baltimore no ha sido capaz de mover el balón en toda la tarde --los Ravens terminarían ese partido con sólo 134 yardas y 6 primeros intentos--, así que una ventaja de 3 puntos en el último cuarto podría ser lapidaria.
Los equipos especiales de Baltimore ya han bloqueado una patada de gol de campo de Del Greco en la primera mitad, y ahora deben intentar algo mucho más difícil: hacerlo otra vez.
... y también lo fue Mitchell |
Una vez más, los equipos especiales les dan a los Ravens los puntos que la ofensiva era incapaz de darles.
Después, cuando McNair intenta conducir a sus Titans al empate, Lewis lo intercepta y asunto concluido.
La Final de Conferencia es en Oakland. La defensiva genera 5 robos de balón y limita a los Raiders a un gol de campo, para una victoria de 16-3 y el boleto a Tampa.
En la paliza sobre los Giants en el Super Bowl, la percepción general es que el ataque de Baltimore finalmente despertó.
Pero cuidado: la defensiva y los equipos especiales se combinaron para anotar tantos touchdowns como la ofensiva.
La ofensiva anotó dos. Del otro lado, el esquinero Duane Starks anotó uno en un regreso de intercepción, y el especialista en devoluciones Jermaine Lewis anotó uno en un retorno de patada de salida.
Así que, en mi opinión, si el fútbol americano tiene tres facetas --ofensiva, defensiva y equipos especiales--, todavía no se ha demostrado que sea posible ganar un título de Super Bowl con una sola de las tres.
¿Es posible hacerlo con dos de las tres? Sí, y no necesariamente una de ellas tiene que ser la ofensiva.
Eso fue lo que demostraron los Ravens en el 2000.
FUENTE DE LAS FOTOS: Getty Images
Publicado originalmente en enero de 2011.
Muy bien Gusss y Santiago.
ResponderEliminarNada como el Guss para eso de tener objetividad a la hora de poner en contexto lo que sabe de la NFL...
ResponderEliminarMuy bueno y sobre todo muy acertado como siempre Guss...
Saludos y gracias tambien a Santiago por hacer de enlace para estos muy buenos blogs.
Como Siempre un Grande Guss en este tipo de documentales con un gran toque.
ResponderEliminarSaludos