"Cuando uno se interesa en el hecho, no caben arreglos. O lo acepta
o lo rechaza".
-- Jiddu Krishnamurti
Esta pregunta no deriva de una opinión, sino de la simple y llana
observación: ¿estamos presenciando el inicio de una era de dominio de la NFC?
Si la historia sirve de guía, la respuesta podría ser afirmativa.
En 1970 se fusionaron la NFL y la AFL, y nació lo que se conoce como
"la NFL moderna". Para mí es una equivocación utilizar la palabra
"moderno" para denominar un periodo histórico, porque ¿cómo se le
dirá entonces al próximo período? Probablemente se recurrirá como salvación al
término "posmoderno", y así se seguirá insistiendo en el error.
Pero mi intención no es hablar de semántica, sino de un peculiar fenómeno
que viene dándose en la NFL desde la unificación del '70.
Ese año se crearon las dos conferencias en que actualmente sigue
dividida la liga, y, desde ese momento, la historia del Super Bowl se ha movido
en forma llamativamente pendular, oscilando entre la AFC y la NFC.
La AFC dominó la primera década, tras la fusión. Con dos anillos, Dallas
fue el único equipo de la NFC que ganó Super Bowls en los '70. En las otras
nueve de las 11 temporadas que se disputaron entre 1970 y 1980, el título quedó
en manos de alguno de estos equipos: Colts, Dolphins, Steelers o Raiders, todos
de la AFC.
Después, el péndulo viró dramáticamente hacia el otro lado. Durante 16
temporadas, entre 1981 y 1996, el Super Bowl fue casi un monólogo de la NFC.
Los 49ers, Redskins, Bears, Giants, Cowboys y Packers se quedaron con 15 de
esos 16 títulos disputados. El único de la AFC fue para los Raiders.
El péndulo volvió a oscilar luego hacia el extremo opuesto, y vino otra
vez el dominio de la AFC, que se llevó el Super Bowl en nueve de las 12
campañas celebradas entre 1997 y el 2008. Los Broncos, Ravens, Patriots,
Steelers y Colts se repartieron esos nueve títulos. Los tres de la NFC quedaron
en manos de los Rams, Buccaneers y Giants.
A partir del 2009, el péndulo parece haberse volcado nuevamente hacia la
NFC. Desde entonces se han jugado tres Super Bowls, y los tres han sido para
equipos de la Nacional: Saints, Packers y Giants.
Surge entonces la pregunta del inicio: ¿es esto el arranque una época de
dominio de la NFC?
Es lo que debería ser, si la historia siguiera moviéndose en forma
pendular. Y los indicadores más recientes parecerían sugerir que eso es
posible.
Siete de los nueve mariscales titulares que mejor índice de pasador
registraron la temporada pasada pertenecen a la NFC: Aaron Rodgers, de Green
Bay; Drew Brees, de New Orleans; Tony Romo, de Dallas; Matthew Stafford, de
Detroit; Eli Manning, de New York, y Alex Smith, de San Francisco.
Las dos excepciones son Tom Brady, de New England, y Matt Schaub, de
Houston.
En una liga en la que el papel del QB es cada vez más preponderante, ese
dato parece reforzar la idea de que el péndulo se ha movido hacia la NFC.
A favor de la AFC hay que aclarar que Peyton Manning no jugó el año
pasado con los Colts, y regresa este año con los Broncos, y en Indianapolis ha
desembarcado Andrew Luck. Asimismo, sin embargo, a favor de la NFC podría
argumentarse que, además de los ya mencionados, esta conferencia cuenta con dos
mariscales de altísimo potencial en Cam Newton, de los Panthers, y Robert
Griffin III, de los Redskins.
Entre los corredores, la cosa luce pareja. Por cada Maurice Jones-Drew
(Jaguars), Ray Rice (Ravens) o Arian Foster (Texans) de la AFC, hay un LeSean
McCoy (Eagles), Frank Gore (49ers), Adrian Peterson (Vikings) y Matt Forté
(Bears) en la NFC.
En materia de receptores abiertos y alas cerradas, en cambio, la ventaja
parece estar otra vez del lado de la Nacional. Ocho de los 10 líderes de la
temporada pasada, en yardas recibiendo, juegan hoy en la NFC: Calvin Johnson en
Detroit, Víctor Cruz en New York, Larry Fitzgerald en Arizona, Steve Smith en
Carolina, Jimmy Graham en New Orleans, Roddy White en Atlanta, Jordy Nelson en
Green Bay, y Brandon Marshall, quien estaba con Miami, pero se ha mudado a
Chicago. Los únicos dos de la AFC en ese Top 10 juegan en New England: Wes
Welker y Rob Gronkowski.
A la defensiva, cuatro jugadores se despegaron del resto la temporada
pasada en capturas de mariscal, y los cuatro pertenecen a la NFC: Jared Allen,
de los Vikings; DeMarcus Ware, de los Cowboys; Jason Babin, de los Eagles, y
Jason Pierre-Paul, de los Giants.
Entre los esquineros y profundos --para seguir tirando algunos datos
cuantificables--, de los 11 hombres que lograron cinco o más intercepciones el
año pasado, siete son de la NFC y cuatro de la AFC.
Las estadísticas individuales, en resumen, parecen indicar que hay mayor
concentración de talento en las filas de la NFC, pero ¿qué dicen los números
grupales?
El año pasado, cuatro de las mejores cinco ofensivas totales correspondieron
a equipos de la NFC: New Orleans, Green Bay, Philadelphia y Detroit. La
excepción fue New England.
En defensiva total se dio justo lo opuesto. La AFC tuvo cuatro equipos
en el Top 5: Pittsburgh, Houston, Baltimore y los Jets. El único de la NFC fue
San Francisco.
Podría concluirse, sobre esta base, que, en general, la NFC tiene las
mejores ofensivas, y la AFC cuenta con las mejores defensivas. Lo cual, una vez
más, le daría la ventaja a la NFC, considerando que en la NFL actual ya no
corre el viejo adagio de que las defensivas ganan partidos. Hoy, probablemente
debido a los cambios en las reglas y los nuevos puntos de énfasis en los
arbitrajes, las ofensivas ganan más partidos que las defensivas.
De los cuatro equipos que sumaron 13 o más victorias de temporada
regular el año pasado, tres son meramente ofensivos: Green Bay, New England y
New Orleans. El otro es San Francisco.
En los últimos tres años, el equipo con más triunfos en temporada
regular siempre fue una potencia ofensiva: Indianapolis en el 2009 (14-2), New
England en el 2010 (14-2), y Green Bay en el 2011 (15-1).
Todo esto es meramente especulativo, insisto, y se trata sobre todo de
una forma de pasar el tiempo, en estos días de pocas noticias. Pero hay un dato
innegable: la historia del Super Bowl, desde la fusión del '70, se ha movido en
forma asombrosamente cíclica. Largos períodos de dominio de la AFC, seguidos
por largos períodos de dominio de la NFC.
La pregunta, por lo tanto, resulta inevitable. Dados los resultados de
los últimos Super Bowls, ¿puede llegarse a la conclusión de que la hegemonía la
AFC de la década pasada ha concluido, y el péndulo estaría hamacándose
indefectiblemente hacia el otro lado?
Publicado originalmente en el offseason de 2012
Imágenes creadas por el propio GFD para el post original.
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